Tenencia de la tierra y deterioro ambiental en el
Parque Nacional Nevado de Toluca (PNNT)


Presenta

Rafael Huacuz Elías

Dr. En Estudios Urbanos y Ambientales


Planteamiento del problema

México ocupa el cuarto lugar mundial en diversidad de especies forestales, desafortunadamente la mayoría de ellas se ha venido perdiendo. De acuerdo con varias estimaciones el país pierde cada año entre 125 mil y 273 mil hectáreas de bosques templados y entre 189 mil y 500 mil hectáreas de selvas (INE, 2005; Semarnat, 2010).



Existen distintas comparaciones sobre deforestación que varían según la heterogeneidad y confiabilidad de los datos y los años que se toman como base, así como las escalas geográficas utilizadas. Leticia Merino (1996), por ejemplo, revisando otros autores (FAO, WRI, SARH, Castillo, Repetto y Toledo) menciona que tan sólo en la década de los ochenta, la tasa de deforestación osciló entre 320 y 670 mil ha/año para bosques y selvas cerrados y alrededor de 50 mil ha/año para bosques abiertos.



Actualmente las zonas boscosas del mundo presentan un alto grado de deforestación y abandono en el correcto manejo del bosque. Antes que la especie humana inventara la agricultura, existían 6 000 millones de hectáreas de bosques en el planeta, ahora solamente quedan 4 000 millones y de estas sólo 1 500 millones son bosques primarios inalterados, la mitad de esta pérdida forestal ocurrió en tan sólo cuatro décadas -entre 1950 y 1990- (Meadows, et al., 1992: 89) condición que indudablemente afecta las condiciones climáticas, por elevación de temperaturas ya se existe pérdida de biomasa para capturar carbono (CO2) y pérdida de humedad.



Esta situación, hace que México tenga una de las tasas más altas de deforestación de bosques y selvas del mundo. No existe un común acuerdo sobre la tasa de deforestación nacional ya que las estimaciones varían de acuerdo con el autor y la metodología que se utiliza. Sin embargo, la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH) reporta pérdidas anuales de 370 000 ha., por ejemplo, en la década de los ochenta, el país sufrió una pérdida de bosques cercana a 1 500 000 ha., esto debido, principalmente, a los incendios forestales (Merino, 1997).



El Parque Nacional Nevado de Toluca

El Parque Nacional (PN) como categoría de Área Natural Protegida es de lo más problemático, el Programa de Áreas Naturales Protegidas de México (1995-2000) señala que gran parte de los parques nacionales fueron expropiados sin el pago de la indemnización correspondiente o con indemnizaciones parciales, lo anterior ocasionó que se diluyeran los derechos de los propietarios originales, se eliminan incentivos para preservar su integridad y, lo que es peor, el relajamiento de los derechos de propiedad ha hecho que estas áreas quedaran expuestas a la invasión y colonización irregular tal como ocurrió en esta zona.



Los puntos que se destacan como problemáticos dentro del PNNT son:

a. Enfrentar el pago de indemnizaciones implica recursos que están fuera de las posibilidades presupuestarias del gobierno federal.

b. Se presenta con frecuencia un estado de indefinición de derechos de tenencia de la tierra, lo que en la práctica determina situaciones cercanas al libre acceso a recursos comunes, con los consiguientes desmontes, sobreexplotación, sobre-pastoreo, invasiones, extracción forestal descontrolada, acumulación de basura y otros fenómenos que significan un costoso deterioro patrimonial y ecológico (véase Hardin, 1969).

c. Dentro del PNNT prevalecen establecimientos privados, como restaurantes, tiendas, expendios de comida, alquiler de lanchas, centros de investigación, o complejos de retransmisión de ondas. Una revisión somera de las concesiones del parque revela que se otorgaron concesiones de uso, por parte de las administraciones locales, sin ningún criterio rector e ignorando los posibles impactos sobre el entorno natural que fundamenta la existencia misma de los PN.


El Parque Nacional Nevado de Toluca (PNNT) es una de las áreas naturales protegidas más importantes del Estado de México y, en las últimas décadas, ha venido enfrentando serios problemas relacionados con cambio de uso de suelo, tala clandestina, incendios forestales, enfermedades asociadas a la masa forestal de sus bosques, contaminación de suelos por desechos sólidos y cambios productivos de su población.

La pérdida de bosques es un problema complejo que ocasiona erosión y disminución de la captación de agua, desertificación, y pérdida de biodiversidad entre otros puntos como la sobreexplotación de suelo agrícola, así mismo, la demanda por la producción de madera se ha duplicado en los últimos 40 años.

Recientemente ha surgido la propuesta de cambiar la categoría del parque para permitir el desarrollo de proyectos productivos. La sociedad civil y las instancias de gobierno encargadas de la conservación del parque han sostenido que el cambio en la figura de protección, con la eventual participación de la iniciativa privada, contribuiría a un uso más racional de los recursos naturales. En este contexto se inscribe la pregunta central de esta investigación: ¿En qué medida el régimen de tenencia de la tierra se relaciona con el mayor o menor deterioro del Parque Nacional Nevado de Toluca?

Localización del Área de Estudio





El Parque Nacional Nevado de Toluca (PNNT) se localiza al suroeste del Valle de Toluca, entre los paralelos 18° 59’ y 19°13’ de latitud norte y los 99° 37’ y 99° 58’ de longitud oeste, está delimitado por la cota 3000 msnm y se extiende sobre una superficie aproximada de 540 km2 (ver anexo 1, sobre el decreto de creación del PNNT).

El Programa de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable para el Valle de Toluca 1997-2000, [SEMARMAT, CD-Rom, folio Views, Op. Cit.], señala que la superficie decretada del Parque Nacional Nevado de Toluca asciende a 51,000 ha, e incluye a nueve municipios: Almoloya de Juárez, Amanalco de Becerra, Calimaya, Temascaltepec, Tenango del Valle, Toluca, Villa Guerrero, Coatepec Harinas y Zinacantepec.




Figura 1. Croquis de localización del área de estudio.





Dado que el decreto del PNNT no fue debidamente ejecutado, la tenencia de la tierra que se presenta se traslapa entre el espacio decretado como Área Natural Protegida (1937) y las áreas privadas, ejidales y comunales, ocasionando con ello una indefinición por los derechos de propiedad.

Estos derechos, en la teoría del neoinstitucionalismo económico, son la institución más importante en lo que se refiere a la asignación y uso de los recursos disponibles, así como una ventaja sobre la anarquía o cualquier estado social caracterizado por la ausencia o indefinición de los derechos de propiedad, lo cual sería, no otra cosa que, en palabras de José Ayala Espino, “El estado de naturaleza hobbsiano” (Ayala, 1999: 213-215). Desde esta perspectiva la no propiedad inhibe el crecimiento y libre mercado y frena la capacidad de actuación sobre los recursos, este fenómeno es conocido como “La tragedia de los bienes comunales” (Hardin, 1969). En ausencia de derechos de propiedad, los individuos arrastran con todo tipo de recursos a su alcance usándolos en forma predatoria hasta extinguirlos (más adelante se detalla esta teoría).

Ejemplos de ello, señalan los defensores de dicha teoría, los encontramos en los bosques, selvas y mares. En contraparte, también es posible hablar de la tragedia de lo privado, donde unos cuantos individuos detentan la “propiedad” de algún recurso y, con el fin de maximizar su ganancia, lo depredan, transmitiendo las externalidades ambientales a la sociedad en su conjunto. En el presente documento se realiza un análisis de las repercusiones de ambas posturas, lo cual es determinando por los distintos tipos de tenencia de la tierra y el nivel de deterioro ambiental que existente dentro del área de estudio.

Más allá de las limitaciones normativas impuestas en las áreas naturales de nuestro país, quienes guardan algún derecho de posesión sobre las tierras dentro del parque hacen uso de los recursos naturales y, en la mayoría de los casos, sin procurar la regeneración del bosque. Tanto la tala clandestina como el proceso de “ganaderización”, difundido por lo menos desde la década de los ochenta entre los campesinos, inducen el cambio de uso del suelo -por ejemplo de forestal a agropecuario o de forestal a ganadero con potreros de bajo rendimiento y productividad-, lo que favorece la especulación con miras a su “rur-urbanización”. En estas circunstancias el Parque Nacional Nevado de Toluca se ha venido deteriorando rápidamente[1].



Hacer frente a estos problemas en el PNNT, requiere de un alto grado de especialización y coordinación entre dependencias e instituciones en los diferentes ámbitos de gobierno. Esta responsabilidad de coordinación puede ser asumida por el municipio, en la medida de que se reconozcan en forma sistemática las relaciones que existen entre diferentes usos de suelo y su nivel de deterioro ambiental. Así, el gobierno municipal es la autoridad más cercana a la población, por lo que la gestión ambiental se vuelve trascendental en la labor que realizan los servidores públicos en este nivel de gobierno, ya que se abre un amplio campo para ejercer responsabilidades de promoción y concertación en materia de administración ambiental (INAP, 1992). Pasando por supuesto, por los otros órdenes de gobierno (analizados desde la perspectiva de las relaciones intergubernamentales o RIG’s)[2].



Por otra parte, el crecimiento acelerado de la población reclama voluntad política entre los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal con la participación social, para profundizar, diagnosticar y pronosticar realidades concretas relativas al desarrollo coherente del parque, así como de los servicios ambientales[3] para la población de la Zona Metropolitana del Valle de Toluca y comunidades que la rodean, acorde con los postulados del desarrollo sustentable[4].




Foto 1. La presión poblacional es evidente en esta vista del PNNT.





En el PNNT, la instancia que opera en la regulación de la tenencia de la tierra es el PROCEDE, que en fechas recientes ha trabajado en una delimitación geo-referenciada de los ejidos, como en el caso de diversos predio dentro del parque lo cual ha acareado conflictos con los pobladores por deslindes, ya que algunos avecindados cuentan con títulos de propiedad entregados por el propio Secretario de Agricultura del Estado.

Por otra parte, la instancia oficial que tiene a su cargo el cuidado del parque es la Comisión Estatal de Parques Nacionales y Fauna (CEPANAF) dependiente de la Secretaría de Ecología del Gobierno del Estado de México, como también la Promotora de Bosques (PROBOSQUE) del mismo gobierno del Estado.




Foto 2. Entrevista con ejidatarios en la comunidad de Raíces dentro del PNNT.




Otro problema que presenta el es determinar de quién depende el cuidado de los recursos naturales dentro del PNNT, sobre todo por el traslape de tenencia de la tierra ya que existe una marcada indefinición de los derechos de propiedad[5]; El PNNT, por una parte, tiene un status jurídico de Parque Nacional (PN) como una categoría que introduce la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LEGEEPA: 1996) de Área Natural Protegida, Por su parte el Programa de Áreas Naturales Protegidas de México 1995-2000, menciona que gran parte de los PN fueron expropiados sin pago de la indemnización correspondiente o con indemnizaciones parciales. Y señala que esto diluye los derechos de los propietarios originales, elimina incentivos para preservar su integridad, y lo que es peor, el relajamiento de los derechos de propiedad ha hecho que estas áreas quedaran expuestas a la invasión y colonización.



DEPENDENCIAS Y LINEAMIENTOS QUE TIENEN RELACIÓN EN LA GESTIÓN AMBIENTAL DEL PNNT POR ORDEN DE GOBIERNO.




FUENTE: Elaboración propia.



Como es evidente la relación intergubernamental para el manejo adecuado del PNNT es compleja; a la par existe una presión urbana por los servicios ambientales que les otorga el PNNT, el cual cabe señalar, es la maquinaria que produce agua a la zona metropolitana; a continuación se presenta una descripción sobre la Zona Metropolitana del Valle de Toluca y su presión urbana sobre los recursos del PNNT.

Mapa 1. La Zona Metropolitana del Valle de Toluca.




Actualmente la Zona Metropolitana de la Ciudad de Toluca tiene una población superior al millón de habitantes, con una tasa de crecimiento media anual de (3.04%)[6]. Se encuentra en conurbación con las poblaciones de Lerma, Metepec, San Mateo Atenco, Zinacantepec, Xonacatlán y Ocoyoacac -como se puede apreciar en el mapa anterior-. Así la ZMVT es concentradora de población y actividades económicas, principalmente provenientes del Distrito Federal y de los estados del centro del país, con un ritmo de crecimiento poblacional que supera a la media nacional de 2.6 %[7].

Este ritmo de crecimiento ha intensificado la demanda de suelo urbano con efectos negativos para las actividades pecuarias y rurales, así como con efectos adversos para el ambiente. El precarismo y la irregularidad en la tenencia de la tierra y la autoconstrucción son una constante en el cinturón de la mancha urbana, evidenciándose en la carencia de servicios y en el deterioro ambiental de los accesos al parque. Además, la dotación de servicios como drenaje, pavimentación y agua entubada, generalmente son demandados por la vía de la presión social, lo que institucionaliza y apremia la irregularidad.




Foto 2. La presión urbana sobre el PNNT es evidente.



Por otra parte, existe una alta concentración de residuos sólidos (basura urbana e industrial) que deterioran el hábitat y la salud de la población en esta zona[8]. Algunos estudios realizados sobre el tema señalan que la etapa más aguda de industrialización de la ZMVT, se marca con la construcción de grandes obras hidráulicas e hidroeléctricas como las presas de: Antonio Alzate, Ignacio Ramírez, Tepetitlán, Villa Victoria y Valle de Bravo, así como de los sistemas del Río Lerma y la vertiente del Balsas -mejor conocido como sistema Cutzamala- para satisfacer la demanda de agua y luz eléctrica en la capital del país[9].

A este respecto, cabe destacar que el Sistema del Lerma-Cutzamala provee a la Ciudad de México con agua que recorre aproximadamente 100 kilómetros de distancia, y requiere ser elevada 1 100 metros, con un esfuerzo técnico que representa altos costos por lo complicado de esta empresa (Ortiz, 1987: 257).

Con la llegada de grandes capitales industriales a la zona, se inició una fuerte demanda de vivienda, aprovechada muy bien por los desarrolladores inmobiliarios, quienes son los principales actores en la trasformación de suelo agrícola a suelo urbano, pues compran a bajos costos y obtienen cuantiosas ganancias- generando el crecimiento de la ciudad.

Por otra parte, las principales causas del deterioro del suelo en la región son las políticas de fomento para la ganadería extensiva y la minería, así como la deforestación causada por las grandes compañías forestales que acabaron con más de la mitad de los bosques de pino y encino con los que contaba el Estado de México en la primera mitad del siglo XX. El incremento en las actividades productivas y la concentración de población (aproximadamente un millón de habitantes), trajo como consecuencia un aumento en las necesidades de transporte, tanto público como privado, ocasionando un alto consumo en combustibles y por lo tanto una mayor generación de contaminantes atmosféricos, así como caos vial y altos niveles de contaminación por ruido (Latapí, 1998: 213-222).



Características poblacionales

Dentro del PNNT existen 75 comunidades que fueron consideradas en el estudio, las cuales suman una población aproximada de 81 822 habitantes (INEGI, 2000). Las comunidades dentro del perímetro decretado como Parque Nacional (cota 3000) son 21, con una población aproximada de 7 066 habitantes; esta población está distribuida en una serie de ejidos, comunidades, poblados y rancherías de los municipios que conforman la zona.



Resultados generales

Para lograr obtener un mapa que ubicara las diferentes condiciones de deterioro ambiental por tipo de tenencia de la tierra, previamente se desarrollo una metodología de condiciones de deterioro, que por razones de síntesis no se exponen aquí, sin embargo la siguiente figura es una síntesis de ese análisis que muestra como resultado final un mapa de deterioro ambiental por tipo de tenencia de la tierra:



Pasos para determinar deterioro ambiental por tenencia de la tierra


Fuente: Construcción propia con datos de Franco (Franco, 2003), op. cit.




* Cuadro simplificado del modelo de análisis.







La figura anterior describe los pasos seguidos para obtener el siguiente mapa de deterioro ambiental por tipo de tenencia de la tierra, lo que arrojó como resultado el siguiente mapa 2:


Mapa 2 Deterioro ambiental y tenencia de la tierra en el PNNT.


Los valores encontrados se presentan en la tabla siguiente:



RESULTADO DEL ANÁLISIS DE MÁXIMOS Y MÍNIMOS POR TENENCIA DE LA TIERRA.




Como se aprecia en la tabla anterior, el valor más alto lo obtiene el tipo de tenencia privado, mientras que el más bajo lo obtiene la tenencia federal, sin embargo este tipo de tenencia es la que menos hectáreas tiene dentro del PNNT.



Con los datos mostrados el resultado de la hipótesis planteada al inicio del trabajo no es concluyente, ya que el rango de valor que va de 44 a 62 no permite determinar que la tenencia de la tierra sea un factor significativo en el deterioro del PNNT.



Comentarios finales



En este escenario se desarrolla la investigación y a la luz de los primeros resultados que se encontraron con las entrevistas abiertas a distintos pobladores de la zona así como a autoridades de SEMARNAT, es posible enumerar algunas premisas:

1. No necesariamente la “no propiedad” se puede traducir en una tragedia de sobre explotación de los recursos boscosos, la gente que vive en las comunidades aledañas al volcán tradicionalmente han mantenido un consumo “sustentable” que les ha garantizado año con año su supervivencia.

2. Si bien existe un problema de traslape de tenencias, es responsabilidad de los diferentes órdenes de gobierno trabajar por garantizar mayor respeto, transparencia y consenso comunitario en el acceso a los proyectos productivos que se han generado en el Parque.

3. El trabajo de campo muestra que existe poca disposición para garantizar un mejor entendimiento entre autoridades, propietarios particulares, inversionistas y comunidades locales en las propuestas de proyectos productivos (como es el caso de la propuesta para desarrollar el Centro Internacional de esquí).

4. Ha quedado demostrado que existe una rápida respuesta de los pueblos asentados en el PNNT en defensa de su territorio, contra cualquier intento de introducir políticas verticales, no aceptadas y analizadas colectivamente, que atentan con la explotación de sus recursos naturales.

5. No existe voluntad por parte de las instancias oficiales de ejercer una coordinación interinstitucional que garantice acuerdos entre los diversos actores involucrados en la toma de decisiones y las políticas ambientales dentro del PNNT.

6. Actualmente existen políticas asistencialistas de corte paternalista que no garantizan el adecuado manejo del bosque (como es el caso de otorgar, a los propietarios, ejidatarios y comuneros, 300 pesos por hectárea por los servicios ambientales en lugar de pagar por “proteger los recursos naturales”). Lo cual se pudo constatar en una de las entrevistas no registradas.

7. Las políticas de conservación dentro del PNNT son autoritarias, selectivas y no garantizan un sistema imparcial de justicia, o por lo menos así lo han manifestado algunos ejidatarios:

“…lo que sucede es que precisamente la desatención a las demandas del destrozo del ejido, prácticamente PROBOSQUE no ha puesto gran cosa de su parte, porque inclusive me tocó ver que íbamos con una comisión de PROBOSQUE y encontramos a un fulano y no fue capaz de detenerlo cuando la camioneta estaba a escasos metros de donde estaba ya el trozo (refiriéndose a la madera) preparado para cargar y no hicieron nada...” (Entrevista con ejidatario de la comunidad de Zaragoza).





La democracia participativa, a diferencia de la procedimental[10], implicaría necesariamente una ruptura con el control oligárquico sobre el poder político y la satisfacción de la necesidad popular de un orden económico que deje de basarse en la explotación humana y la depredación de la naturaleza introduciendo un nuevo concepto: el empoderamiento comunitario (Echeverría, 1994).



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[1] Los procesos poblacionales y por ende el crecimiento de la mancha urbana en este territorio, tienen efectos que presionan el equilibrio ecológico del PNNT ya que existe una alta concentración de desechos sólidos y químicos (basura urbana e industrial) que deterioran el hábitat y la salud de la población en esta zona.

[2] Las Relaciones Intergubernamentales o RIG’s son un conjunto de actividades e interacciones que suceden entre todo tipo de unidades y niveles, estas estudian las relaciones existentes entre los distintos ordenes de la administración pública de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como entre un mismo orden o nivel (Wright, 1997).

[3] Entendidos éstos como los beneficios recibidos directa o indirectamente de diferentes elementos de la naturaleza, que pueden ser ecosistemas domésticos y silvestres cuyo efecto en la calidad de vida pueden ser tangibles o no, en los bosques son aquellos que inciden directamente en la protección y mejoramiento ambiental: mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (fijación, reducción, almacenamiento y absorción); protección del agua para su uso urbano, rural o hidroeléctrico; protección de la biodiversidad; ecosistemas, formas de vida y belleza escénica natural para fines turísticos y científicos (Robles, 2002: 32. Franco y Rodríguez, 2003).

[4] El concepto Desarrollo Sustentable tiene diferentes interpretaciones, Guillermo Foladori por ejemplo, señala al respecto que dentro del concepto sustentable se encuentran presentes aspectos económicos, sociales y culturales intrincados en la lógica del funcionamiento del sistema capitalista (Foladori, 2002:18-35), pero la definición más comúnmente usada, es la que implica asegurar las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de futuras generaciones para hacer frente a sus propias necesidades (Meadows, Op. Cit. 1992: 41).

[5] No se puede fincar una responsabilidad social sobre el cuidado del bosque, pero esto no implica que necesariamente tenga que ser privatizado este recurso para que se proteja, se podría por ejemplo imponer algún tipo de impuesto recaudatorio y subsanar el número de efectivos de guardabosques en el PNNT.

[6] Los datos del IGECEM reportan para la ciudad de Toluca una población de 666 596 hab. en el año 2000. IGECEM (2000).

[7] Programa ¡Claro!...Con tu participación Aire Limpio (SEMARNAP, 1997).

[8] Se considera residuo sólido a todo desecho orgánico e inorgánico que resulta de las actividades domésticas, comerciales, industriales y recreativas. Deffis, C.A. (1998: 12-25).

[9] Andrés Latapí Escalante menciona a la compañía Forestal de México y Suchi Timber Company como responsables de este proceso. Véase: El medio ambiente en el Estado de México durante el siglo XX. Luis Jaime Sobrino (coord.). Historia General del Estado de México, Cap. XVI, Tomo 6. De la Revolución a 1990.

[10] Hasta este momento las democracias de los países en desarrollo sólo funcionan de forma procedimental. Como bien han señalado Cohen y Arato (2000), las democracias se legitiman con la elección de los gobernantes entre sus élites hegemónicas, a través del voto como ejercicio representativo de las clases dominadas. Los espacios políticos quedan reservados solamente a unos pocos grupos de poder, así, el espacio político, es el espacio para usar y ejercer este poder. Se puede esperar a que estos países eleven el nivel educativo de sus sociedades para romper los círculos viciosos que consienten estos problemas.

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