La pornografía alimentaria Yuriria Iturriaga La Jornada domingo 2 de junio Slow food, originalmente bautizado Archigula, nació en 1986 en la ciudad de Bra, Italia, con el logo del caracol que va lento y lejos, en una carrera inédita contra el fast food que ha homogeneizado los sabores al mecanizar las preparaciones para llenar estómagos apresurados. El movimiento, encabezado por Carlo Petrini, empezó por reivindicar el placer de comer y tuvo como adeptos muchos exquisitos indiferentes a los problemas del hambre en el mundo. Sin embargo, pronto Petrini comprendió que el placer de la mesa iba ligado a la producción artesanal y a la flora y fauna de la cadena alimenticia, ampliando sus miras hacia la salvaguarda de tradiciones gastronómicas regionales, incluidos los métodos de cultivo y cría, lo que llevó al movimiento a pronunciarse por la biodiversidad (2002). De ahí a fundar la Escuela de Ciencias Gastronómicas, con base en la definición de Brillat-Savarin:gastronomía es todo
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